El día que entraron en casa a robar

Nota de la Editora Bloguera con sugerencias de La Prima:

Con inmensa alegría y satisfacción, hoy publicamos la entrada escrita por una gran amiga y seguidora de nuestro blog. DZ es una linda mexicana también afincada en el País de los Tulipanes y hoy quiere contarnos una experiencia digna de ser compartida con nuestros lectores. Os recomiendo encarecidamente leerla y os invito a seguir su ejemplo y os animeis todos a escribir en este, vuestro blog.

Nuestra mafaldilla invitada: DZ

El día que entraron a casa a robar, en realidad me hicieron un favor.

Esa semana eran vacaciones y pasábamos unos días de descanso en nuestro bungalow frente al Mar del Norte. Para distraerme me llevé unas revistas. De pronto reparé en un artículo sobre ‘simplicidad’, cómo lo menos es más y cómo deshaciendónos de tanto cachivache podemos lograr vivir con más sencillez nuestras vidas. Y daban el tip de empezar botando todo aquello que uno aún guarda, sea  por pereza, sea por sentimentalismo o por el clásico ‘por si acaso ‘  acumulando cargas inútiles, cargas y más cargas que se traducen en insatisfacción y en poca energía.

Así que me propuse que cuando regresara a casa después de las vacaciones comenzaría con esa limpia física y emocional. Y empecé ya mentalmente revisando: A ver…la laptop …, sí que me roba tiempo, pero vamos, ¡no es como para desecharla!  Mis armarios …mmmm,  sí que guardo ropa ya de otros años pero qué pereza… tal vez algún día me ponga ese palazzo negro …el otro armario con cajas, cuadernos, etc… mmm , no, porque me traen recuerdos…

El sonido del móvil interrumpió mi limpieza mental : ‘Hola, soy Greet, han robado en su casa esta madrugada. La puerta está abierta…

Cuando llegamos  esa tarde, mientras la policía tomaba datos y los vecinos veían asustados las ‘huellas del delito’, yo sólo pensaba en mi bicicleta, en mi sillón de jardín y en mi canasta de violetas…¡que si me han robado eso que no tienen nombre!

Mientras recorríamos lentamente la zona infringida se iba dibujando en mi una sonrisa de ironía : la laptop no estaba, mi habitación que había yo dejado tan arregladita ahora estaba  toda cubierta de ropas, mis cajones con libros, cuadernos, etc,  abiertos y todo esparcido por el suelo…Por supuesto se robaron unos anillos y joyitas pequeñas que guardábamos, pero sólo es material.

Estos días reflexiono. El día que entraron los ajenos en realidad me hicieron un favor. Me han robado la laptop y con ello me han regalado más tiempo para convivir con mis hijos y acariciar a mi marido. En cuanto a la ropa sólo me bastó con escoger desde el suelo lo que verdaderamente me pongo. El otro armario con cosas de años también ya había sido depurado y sólo me bastó recoger y guardar lo que en realidad me sirve….

Lo de verdaderamente valor fue invisible para los ojos de esos sujetos y ese es el amor de mi familia, mi bicicleta y mi canasta de violetas.

6 Respuestas a “El día que entraron en casa a robar

  1. Está claro que te lo tomaste con filosofía!, yo la verdad no sé cómo hubiera reaccionado.

  2. Que valiente y sabia tu actitud!

  3. Pues hija a mi cuando me robaron no se les ocurrió nada mejor que llevarse las dos televisiones ,lo que no sabían los muy tontos es que solo ponían anuncios y encima se dejaron los mandos jajajjaa

  4. Por cierto, quiero felicitarte y animarte a que sigas escribiendo, que me ha gustado mucho

  5. muchas gracias Hermana! sí,no sabes cómo lo sentí ..

  6. Gracias Hermana!

    sí qué casualidad , fíjate que en mi televisor también pasan sólo anuncios jeje ..y no me habría dolido nadita que se lo llevaran ….pues no soy muy aficionada a la televisión y en cambio mis hijos sí .

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